01 Abr OSTEOPATÍA Y POSTURA
La postura se define como la manera en que está colocado el cuerpo o una parte del cuerpo de una persona (RAE).
La postura ideal es aquella en la que existe la mínima tensión y rigidez, con la máxima eficacia energética. No tiene porqué ser una postura “de libro”, si no aquella en la que el paciente esté en equilibrio teniendo en cuenta sus particularidades. Cuanto mejor sea, menor será el gasto energético. Es el motivo principal por el que un paciente en desequilibrio se cansará antes al realizar actividades físicas ligeras.
La posturología es la disciplina que estudia la postura del individuo en el espacio. Los osteópatas la analizamos y aplicamos. Gracias a nuestro trabajo la postura del paciente mejora.
¿Por qué se usa la postura en osteopatía?
No todos los osteópatas usan la posturología en la clínica, pero en OSTEBI sí que lo hacemos. Al analizar la postura del paciente antes y después del tratamiento, junto con la minuciosa historia clínica, obtenemos la siguiente información:
- Si el paciente está adaptado a su patología o disfunción. Si es así, no es un caso que nos corresponda profesionalmente y lo derivaremos al profesional correspondiente (diagnóstico diferencial).
- Si no está adaptado, veremos por dónde empezar a buscar el origen de esa situación. Si la problemática viene de arriba a abajo (cadena lesional descendente), de abajo a arriba (cadena lesional ascendente), si tiene una lesión afisiológica (fuera de su funcionamiento habitual) o visceral, por ejemplo.
- Nos dirá si hemos sido efectivos durante el tratamiento. Esto es fundamental, puesto que al repetir los mismos test tras el tratamiento, observamos los cambios reales en la postura que hemos ejercido.
¿La posturología es una modalidad de tratamiento?
No. La posturología es una herramienta que nos ayuda en el diagnóstico y la evaluación de la efectividad del tratamiento (en este caso osteopático). No es tampoco la única herramienta de evaluación que utilizamos. Añadimos a la posturología la información que nos aportan los test ortopédicos (aquellos que también realizan los médicos), los osteopáticos, la palpación y por supuesto la anamnesis.
Cuantos más test diferentes realizamos, más certeras son las conclusiones diagnósticas y más efectivo será el tratamiento. Así el paciente necesitará menos tiempo para recuperarse y no volver a padecer el mismo problema.
Su utilización es un claro ejemplo de cómo el abordaje osteopático es único para cada paciente. Puede darse el caso en el que el motivo de consulta del paciente sea el mismo y las circunstancias muy similares, pero el origen de su dolor sea muy distinto.
Ejemplo de utilidad de la postura en el tratamiento
- Motivo de consulta: Cervicalgia (dolor en el cuello).
- Profesión: Trabajo de oficina.
- Aficiones: Sedentario.
A la hora de analizar la postura de ambos pacientes, uno presenta un patrón lesional descendente, mientras que el otro presenta uno afisiológico. En el primero empezaríamos a valorar primero el cráneo-cuello encontrando una disfunción debida a la postura en la oficina, que era el origen del dolor. En el segundo, en cambio, buscaríamos primero una lesión afisiológica, encontrando una a nivel dorsal (en mitad de la espalda) debida a un golpe leve que se olvidó de comentar durante la historia clínica. Sólo después de solucionar la disfunción afisiológica trataríamos la zona de dolor (cuello).
Sin la posturología podríamos cometer el error de ir directamente a la columna cervical en ambos casos. El primero mejoraría inmediatamente, pero el segundo volvería una y otra vez a tener dolor en el cuello.
En conclusión, cada paciente es único y su caso ha de analizarse y tratarse de forma indivudual y diferente, como hacemos en OSTEBI. La posturología nos ayuda a conseguir este objetivo, aportándonos información muy valiosa.
¿Qué puedo hacer para mejorar mi postura?
Para mejorar la postura y con ello el estado general del cuerpo, os recomendamos las siguientes pautas:
- Acudir a un osteópata: De forma preventiva, antes de llegar a tener ningún dolor es el momento ideal para ir a un osteópata y hacer una puesta a punto. Eliminará aquellas lesiones que te estén desequilibrando y dejará el cuerpo libre para moverse correctamente.
- Hacer ejercicio físico: Cualquier ejercicio. Aquél que te apetezca y disfrutes, así no dejarás de hacerlo. Esto tonificará (le dará fuerza y tensión) los músculos y por lo tanto lucharán de forma más eficiente contra la gravedad.
- Estirar: El gran olvidado de todas y todos. Parece “una pérdida de tiempo” tras haber disfrutado del deporte, pero es fundamental. El músculo ideal es tanto fuerte como elástico. Si sólo ejercitamos lo primero no funcionaremos correctamente.
- Alimentación: Comer sano y sobre todo beber mucho agua es fundamental. Estar bien hidratado hace que todo el organismo funcione mejor.
Además de intentar dedicarle unos minutos a la semana a pensar cómo mejorar la ergonomía en el puesto de trabajo (siempre es mejorable), os recomendamos el ejercicio de autocrecimiento:
- Tanto sentado como de pies, intentad crecer como si os tirasen del pelo de la coronilla hacia arriba.
- 3 veces durante 1 minuto al día.
- Activaremos la musculatura tónico postural: músculos pequeños que van de una vértebra a otra. Éstos son los que nos mantienen erguidos.
Si necesitas más información o quieres solicitar una cita en nuestra clínica de Bilbao, puedes contactar con nosotros por cualquiera de las vías de contacto que hemos puesto a tu disposición en nuestra web (pincha aquí para acceder). Estamos deseando atenderte.
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